Un petirrojo, Erithacus rubecula, en vuelo visto desde la zona ventral con las alas extendidas con un fondo de valles de coníferas y un cielo despejado. Mostrando la proteína foto y magneto receptora criptocromo 4 (ErCRY4) presente en sus retinas y que probablemente, la ayudan a orientarse gracias al campo magnético de la Tierra, que se representa en la esquina inferior izquierda de la ilustración.
Un petirrojo, Erithacus rubecula, en vuelo visto desde la zona ventral con las alas extendidas con un fondo de valles de coníferas y un cielo despejado.
Detalle de la cabeza y parte de la zona ventral del cuerpo y alas de un petirrojo, Erithacus rubecula, en vuelo.

Lo invisible: la orientación del petirrojo (Erithacus rubecula).

El curioso petirrojo europeo (Erithacus rubecula) es una pequeña ave paserina de la familia Muscicapidae, inconfundible por su pecho y rostro de un llamativo color naranja brillante. Su dieta incluye insectos, gusanos y frutos, lo que lo convierte en un importante controlador de plagas y dispersor de semillas dentro de los ecosistemas que habita.

Frecuenta bosques, jardines y parques, donde exhibe un comportamiento notablemente territorial, pero a la vez confiado, lo que facilita su observación incluso cerca de áreas urbanas.

Esta ave es muy querida en Europa, donde cuenta con poblaciones ampliamente distribuidas. Muchas de ellas realizan migraciones estacionales, desplazándose desde regiones frías, como Escandinavia, hacia zonas más templadas para pasar el invierno. Este fenómeno migratorio ha fascinado a los científicos durante siglos, llevándolos a investigar los mecanismos de orientación de las aves.

Un descubrimiento notable ha sido la identificación de una proteína llamada criptocromo 4 (ErCRY4), presente en la retina de los petirrojos. Esta proteína es tanto fotorreceptora, reaccionando a la luz, como magnetorreceptora, respondiendo al campo magnético terrestre. Gracias a esta «brújula biológica», los petirrojos son capaces de percibir el campo magnético y orientarse durante sus largos viajes, revelando una extraordinaria capacidad para «ver lo invisible».

Esta composición fue hecha para participar en el concurso de Ilustración Científica de la Jot Down Magazine (2022).

Año: 2022
Técnica: Ilustración digital con modelado 3D de la proteína.
Tipo de ilustración: Naturalista.
Tipo de proyecto/cliente: Personal.